Hace varias décadas, siendo aún muy niño, mi padre me llevaba regularmente a los conciertos dominicales de la Banda Municipal en el Retiro. Crecí y luego viví mucho tiempo fuera de España, recordando siempre gratamente aquellos conciertos que me iniciaron en el gusto por la música culta. Ahora que he vuelto a la España europeísta, la octava economía mundial, me asombra ver que una institución como la querida Banda Municipal pueda estar en peligro de extinción! Es una vergüenza para los gobernantes actuales y una tristeza para quienes crecimos a los acordes de la banda madrileña. Para mí esta institución es tan castiza como los churros. Por supuesto que he agregado mi firma!
Un saludo.
Un saludo.