thieaudio Monarch y la varita mágica de 30 ohmios

[Carlinga2]

Pues eso, que tengo un thieaudio monarch que me susurra a los oidos con una limpieza digna de los dioses del olimpo más que de cualquier jerarca mundano, ya sea monarca, prime minister o influencer youtuberiano. Pero de tanta limpieza, aire y estratificación desbocada, queda un poco magra la zona de las frecuencias medias. Inquieto cual culebrilla me he deslizado por todos los pozos del saber y descubrí que con una resistencia puesta en el sitio correcto la firma de sonido adquiría inopinadas cualidades en cuanto a carnosidad en las frecuencias más famélicas.

Pues heme aquí con la famosa resistencia. He adquirido la de 30 ohmios. En principio el vendedor impecable, la he recibido bastante antes de lo previsto.

Por lo que he leído por esos foros de mal vivir, el monarch tiene una escala decreciente de impedancia (creo que se dice así), por lo que las frecuencias que se deben sentir más influidas por la resistencia serían en principio las bajas, y menos las agudas. La sensación que me ha dado es que toda la gama de frecuencia es variada en la misma proporción ( y considerablemente, debo decir).

Una vez enchufada la resistencia, debo subir bastante más el potenciómetro en el Mojo paras conseguir el volumen que yo considero "medio", sea quizás por ello que las instrucciones de la resistencia dicen que no es para enchufar a móvil. En cualquier caso, con el mojo no hay problema para el volumen (sí que lo hay para utilizarlo con un móvil no muy potente).

La primera escucha fue con tips de espuma, pues el sonido un tanto estéril del monarch hizo que me acostumbrase a escucharlo con ellas. El tema de prueba fue con Pleasurekraft: electrónica pura y dura, minimalista y con unos bajos relevantes. Me sorprendió la potencia que cobraban las frecuencias más bajas. Se extendia el rango un poco más en los subgraves y aumentaba muchísimo el Slam, pero a costa del golpe, golpe  que personalmente busco en los bajos pues eso me energiza más que un red bull. EL BAJO EN SU CONJUNTO COBRABA AMPULOSIDAD Y PASA A GOBERNAR LA FIRMA DE SONIDO CON AUTORIDAD, pero...pierde esa troquelado a laser que aleja tan limpiamente la sección de bajas frecuencias de las medias y que redondea el estruendo confinándolo en una jaula de limpieza sónica.

Las frecuencias  medias bajas cambian totalmente haciendo del magro sonido del monarch un cuadro de Botticelli: carne por todos los sitios. Las voces masculinas suben un grado su testosterona y las femeninas tres grados su sensualidad y sugerencia. El soundstage cobra más profundidad y parece que la varita mágica efectivamente logra el milagro, pero... La magia siempre exige un tributo, y se debe pagar con un soundstage menos amplio, menos estruendo de graves, pérdida de la holografía, atenuación de los agudos,- con la consiguiente pérdida de aire (mínima, pero ¿quién puede vivir sin aire)?-, y la desaparición en parte de la magia que tenía el monarca y que le subió al trono que ocupa.

Convencido a veces sí, a veces no del resultado del experimento, probé a utilizar tips de silicona (spinfit 420), y se abre el espacio y vuelve a entrar luz al sortilegio, pero no lo suficiente...

Creo que en realidad estaba enamorado del monarch tal como estaba sentado en su trono, sin nuevos ropajes ni corona. Me quedo con sus inumerables tecnicismos, su capacidad de estratificar, situar instrumentos, escena lateral amplia, dinámica de saltador de pértiga, agudos en el perfecto límite de la presencia sin sibilancia... y solo usaré la varita mágica cuando a tan brillante jerarca lo quiera convertir en Saurón para escuchar música electrónica de los 70.

Un cordial saludo